El e-learning se ha desarrollado de manera constante durante las últimas décadas, siendo elegida anualmente por miles de estudiantes
que ven en ella una alternativa válida para seguir formándose y especializándose a la vez que equilibran su vida laboral y familiar.
A continuación compartimos algunos datos estadísticos internacionales que dan cuenta del potencial de esta modalidad educativa:
· El mercado mundial del e-learning crecerá hasta los 325 billones de dólares en 2025. (Fuente: Forbes)
De acuerdo a estadísticas de e-learning, los datos correspondientes a 2014 fueron de 165,36 billones de dólares. Esto significa que el mercado se habrá duplicado en una década.
· El e-learning aumenta las tasas de retención de aprendizajes entre un 25% y un 60%. (Fuente: SH!FT)
En contraste, las tasas de retención de la formación presencial son mucho más bajas: del 8% al 10%. En la formación online, los estudiantes tienen más control sobre su proceso de aprendizaje. Tienen la posibilidad de visualizar el material cuantas veces precisen y volver a realizar las actividades en caso necesario, lo que resta presión al proceso y les permite enfocarse en aprender.
· Un informe de la Sociedad Americana para la Formación y el Desarrollo descubrió que, de 2.500 compañías analizadas, aquellas con programas de formación exhaustiva experimentaron un aumento de los ingresos por empleado de un 218% y un crecimiento del 24% en los beneficios marginales.
(Fuente: darlo digital)
Esta estadística demuestra sin ninguna duda que invertir en la formación de los trabajadores es beneficioso para la empresa.
· IBM ahorró aproximadamente 200 millones de dólares tras adoptar la modalidad online para la formación de sus empleados.
(Fuente: SH!FT)
Las organizaciones pueden ahorrar costos a través de la formación online, reduciendo el monto de pasajes, estadías y equipamiento. Esto es especialmente importante cuando los empleados se encuentran en distintas ciudades, países o incluso continentes.
· En 2015, el 49% de los estudiantes a nivel mundial declararon haber realizado un curso online en los últimos 12 meses.
(Fuente: Statista)
Las estadísticas de educación online sitúan este indicador en un 46% en 2013.
· En abril de 2015, el 9% de los estudiantes a nivel mundial había participado en un curso MOOC en el último año.
(Fuente: Statista)
Los MOOC (Cursos Online Abiertos y Masivos) se han vuelto populares entre estudiantes de todas las edades, según muestran las estadísticas de Udemy. Más aún, el 11% de los estudiantes alrededor del mundo ha obtenido al menos una insignia o badge tras superar un nivel de competencia en ellos, y el 19% declararon haberla incluido en su curriculum.
· Un estudio de la Open University concluyó que producir y proveer cursos online consume un 90% menos de energía y produce un 85% menos de emisiones de CO2 por persona que la formación presencial.
(Fuente: SH!FT)
Las estadísticas de e-learning muestran que la educación online puede ayudarnos a combatir el cambio climático. La Open University es la universidad online más grande de Gran Bretaña. En Estados Unidos, la Universidad de Fénix-Arizona se situó la primera en 2016, con 128.410 estudiantes matriculados únicamente en cursos a distancia.
· Se estima que el mercado de la formación online en Estados Unidos equivaldrá a 15,86 billones de dólares en 2021.
(Fuente: Statista)
Éste es un buen indicador, pero supone un descenso respecto del récord de ingresos logrando en 2016: 20,85 billones de dólares.
· En 2018, un 82% de instituciones declararon que sus programas de educación online se dirigían a estudiantes adultos que regresaban al mundo educativo después de un período de ausencia.
(Fuente: Statista)
La flexibilidad de la modalidad se encuentra detrás de estas cifras. El estudiante adulto necesita conciliar su vida familiar y laboral con los estudios, lo que le empuja a elegir programas online o semipresenciales en los que pueda estudiar donde y cuando quiera.
· El mercado del e-learning tiene actualmente más de 21 años de edad.
(Fuente: SH!FT)
Aunque hay diversidad de opiniones sobre el nacimiento del e-learning, muchos autores lo sitúan a finales de los años 90, al mismo tiempo que se lanzaba el buscador de Google.