En un contexto de cambio constante, la educación técnico-profesional (TP) se erige como un pilar fundamental para la movilidad social. Según el Informe SIES 2024 de la Subsecretaría de Educación Superior, estos niveles formativos han cobrado un protagonismo innegable en la última década, llegando a representar los programas técnicos y profesionales sin licenciatura cerca de un 60% de la matrícula de inicio en programas conducentes a título, y sobre la matrícula en Institutos Profesionales y Centros de Formación Técnica un 55% de la matrícula de inicio, del sistema de Educación Superior.
Además, son estas instituciones las que han reconocido las necesidades de flexibilidad de los estudiantes y han potenciado la modalidad a distancia contribuyendo con esto, llevar formación de calidad a los distintos puntos del país; la que ha pasado del 1% al 13% en una década.
La educación TP proporciona habilidades específicas -las cual han sido levantadas en conjunto con los sectores-, reduce las brechas en un mercado laboral cada vez más especializado y exigente. Promueve una mayor equidad y mejora las perspectivas de vida de los estudiantes; en un entorno donde la movilidad social es crucial. Esta educación se confirma como un verdadero motor de cambio.
Un ejemplo destacado de esta tendencia es Iplacex, que se consolida como la institución de educación superior online más grande de Chile, acreditada y que, además, cuenta con varias de sus carreras con la mejor empleabilidad del sector.
Creemos que, aún en el sector nos quedan espacios para seguir desarrollando, y que en conjunto con las instituciones gubernamentales seguiremos trabajando por generar mejores alternativas educativas para apoyar a el desarrollo de las personas y así el del país.